Me diagnosticaron diabetes en 2008. No tenía ni idea de que era diabética hasta que fui a una clínica gratuita que funcionaba en aquella época, y fue entonces cuando lo supe. De pequeña, siempre tenía antojos de dulces y prácticamente comía lo que me gustaba, incluso añadiéndole azúcar. Soy la única diabética en mi familia inmediata, pero varios parientes también padecen la enfermedad. De hecho, perdí a mis abuelas paterna y materna por complicaciones de la diabetes. Como diabética, me esfuerzo por comer bien y tomar mis medicamentos.