Me diagnosticaron diabetes tipo 1 a los 5 años. Soy el único miembro de mi familia con este diagnóstico. Tuve la suerte de tener una madre enfermera titulada que se dedicó incansablemente a educarse sobre el manejo adecuado y a defenderme en una sociedad en gran medida desinformada sobre la enfermedad. Inspirada por mi madre, me inspira a mantenerme al día con el manejo adecuado de la glucosa en sangre, a equilibrar las exigencias de la vida y a utilizar las herramientas disponibles. La atención médica ha avanzado enormemente desde mi diagnóstico, pero aún queda mucho por hacer, tanto en perfeccionar las herramientas para el manejo como en mejorar el acceso a estas herramientas para mí y para los millones de personas que necesitan estos medicamentos y dispositivos para llevar una vida equilibrada. Con la ayuda de mi familia, mi coaching y mi equipo médico, pude graduarme de la universidad y correr una maratón. Espero seguir aprendiendo, creciendo y defendiendo a las personas que viven con esta enfermedad. Somos mucho más que un simple diagnóstico.