Diálogos sobre la diabetes

Conoce a Precious

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A los nueve años, me diagnosticaron diabetes tipo 1, una época aterradora y confusa para mis padres y para mí. Antes del diagnóstico, tenía síntomas como sed excesiva, micción frecuente y visión borrosa, pero no les di mucha importancia. Mis profesores notaron que me costaba concentrarme y mis notas bajaron. Un día, me enfermé en la escuela y, tras ser hospitalizada, me diagnosticaron diabetes tipo 1. Fue una época difícil, pero con el apoyo incondicional de mi familia, aprendí a controlarla, incluso a inyectarme insulina.

Mis años universitarios alteraron significativamente el control de mi diabetes. La nueva libertad y las responsabilidades me llevaron a descuidar mi dieta y el control de la glucosa en sangre, lo que resultó en múltiples hospitalizaciones por cetoacidosis diabética y un deterioro de la función renal. Esto me llevó a una derivación a un nefrólogo y a ser incluido en la lista de espera para trasplante de riñón y páncreas. El camino no fue fácil y finalmente tuve que someterme a diálisis, un acontecimiento que me impactó profundamente. Tras cuatro meses de diálisis, tuve la suerte de recibir un trasplante de riñón y páncreas. Si bien los órganos respondieron bien al principio, siete meses después surgieron complicaciones que requirieron diálisis de emergencia.

Mientras estaba en la lista de espera para un trasplante, me involucré más en mi atención médica y abogué por los demás, actuando como representante de pacientes de diálisis. También me conecté con organizaciones nacionales de defensa de los riñones, lo que me permitió promover un mejor sistema de salud. Después de ocho años en diálisis, recibí un segundo trasplante de riñón, pero solo duró tres años. Luego volví a la diálisis antes de recibir un tercer trasplante. Pero no me rendí. Luché con todas mis fuerzas, decidido a superar este revés.

Mi trayectoria, aunque desafiante, ha sido un testimonio de la importancia de la detección temprana y la educación en el manejo de la diabetes y la enfermedad renal. Obtuve una maestría y un doctorado en comportamiento humano mientras lidiaba con las complejidades de la diálisis y los trasplantes múltiples. A lo largo de esta trayectoria, me he comprometido a crear conciencia sobre estas afecciones y a promover mejores prácticas de atención médica. Por la gracia de Dios, los desafíos que he enfrentado me han fortalecido y me han apasionado por ayudar a los demás. He encontrado mi propósito en esta labor de defensa y sigo prosperando, aprovechando las lecciones aprendidas en mi trayectoria.