Me diagnosticaron diabetes tipo 1 a los nueve años. Crecí en un pequeño pueblo de Canadá. Crecer con esta enfermedad fue un reto, sobre todo porque no conocía a nadie más en mi escuela que tuviera diabetes tipo 1. Sin amigos que pudieran identificarse con mis experiencias, a menudo me sentía aislado. En las fiestas de cumpleaños, no me dejaban comer pastel porque los padres de mis amigos no entendían la diabetes ni cómo controlarla. Esta falta de conocimiento y comprensión me hacía sentir diferente, como un extraño.
Durante mucho tiempo, me sentí mal por tener diabetes. Me avergonzaba tanto de ella, y de adolescente, que intentaba ocultarla. Me saltaba las inyecciones cuando salía con amigos o tenía una cita. Creo que mucha gente no sabía que tenía diabetes tipo 1 porque fingía que no existía. Solo quería ser aceptada y que no me vieran como diferente.
Soñaba con mudarme a Hollywood para dedicarme a la actuación y al modelaje, y a menudo me preguntaba si sería posible con diabetes. Recuerdo hojear revistas buscando a alguien a quien admirar, alguien que hubiera estado en mi lugar y hubiera logrado mis sueños. Desafortunadamente, nunca encontré a esa persona.
Ahora, espero ser ese modelo a seguir para los demás. Quiero inspirar a las jóvenes que sueñan con grandes cosas, mostrándoles que es posible, incluso con diabetes tipo 1.
En 2014 me mudé a Los Ángeles y unos años más tarde finalmente encontré aceptación y conseguí una bomba de insulina y un CGM e hice de mi salud y mi estado físico una prioridad máxima al perder peso, desarrollar músculos y mantener un A1C por debajo del 6%.
Hay muchos conceptos erróneos sobre vivir con esta condición. Me han dicho: "Nunca estarás en forma porque tomas insulina". Después de luchar contra trastornos alimenticios durante muchos años, encontré la libertad alimentaria y me puse en la mejor forma de mi vida. Tras descubrir que estaba embarazada, muchas personas me dijeron lo preocupadas que estaban por mí debido a mi diabetes, pero el 8 de diciembre de 2023, di a luz a una hermosa y saludable niña a las 40 semanas y 5 días. Pesó 3,2 kg.
Espero que mi historia ayude a otros a ver que pueden estar en forma, saludables y vivir sus mejores vidas, logrando sus sueños más locos a pesar de tener diabetes tipo 1.
La diabetes tipo 1 es difícil, pero no te detiene, simplemente te hace más fuerte y más resistente.